Matthew Arnold: «la poesía es más intelectual que el arte, más interpretativa..., la poesía es menos artística que las artes, pero corresponde más estrechamente a la naturaleza racional del hombre, definido, ya. se sabe, como ‘animal pensante’; la poesía piensa; el arte, no».
Introducción al volumen I de The Hundred Greatest Men (Londres, Sampson Low, 1879).
definición de la belleza que leemos en De re aedificatoria de León Battista Alberti: «La armonía y concordia de todas las partes, lograda de tal modo que cualquier añadido, sustracción o modificación sólo sea para peor.»
Libro VI, cap. 2: «Ut sit pulchritudo quidum certa cum ratione concinnitas universarum partium in eo, cuius sint ita ut addi aut diminuí aut inmutari possit nihil, quin improbábilius reddatur.» Cf. Aristóteles, Poética, VIII, 4: «...las partes de toda acción deben estar ordenadas de tal manera que, si se suprime algunas de ellas, el conjunto resulte modificado y transtornado; pues aquello cuya presencia o ausencia no produce efecto alguno no es parte esencial del todo.» (Traducción de José Alsina Clota [Barcelona, Bosch, 1977], pág. 249.)
Mario Praz:
Una catedral gótica es un fragmento de una unidad mayor que la trasciende, se integra en el cosmos; un edificio renacentista, en cambio, se cierra sobre sí mismo, es completo y perfecto en su aislamiento. (68)
Th’ expense of spirit in a waste of shame Is lust in action; and till action, lust Is perjurd'd, murd’rous, bloody, full of blame, Savage, extreme, rude, cruel, not to trust; Enjoy ’d no sooner but despised straight; Past reason hunted, and no sooner had, Past reason hated, as a swallowed bait On purpose laid to make the taker mad; Mad in pursuit, and in possession so; Had, having, and in quest to have, extreme; A bliss in proof—andprov’d, a very woe; Before, a joy propos’d; behind, a dream. AU this the world well knows; yet none knows well To shun the heaven that leads men to this hell.
«Dispendio de espíritu en un desierto de vergüenza es la lujuria al ejercerse, y, después de haberse ejercido, la lujuria es perjura, asesina, sanguinaria, culpable, salvaje, inmoderada, brutal, cruel,, infiel; tan pronto como se ha gozado de ella, se la desprecia sin más; se la persigue sin atender razones y sin atender razones se la odia tan pronto como se la ha poseído, como carnada tragada, puesta para enloquecer al que la atrapa; loco en la persecución y loco en la posesión; arrebatado una vez que la ha poseído, cuando la posee y cuando intentaba poseerla; delicia al gustarla e infortunio una vez gustada; antes, un goce prometido; después, un sueño. Todo esto el mundo bien lo sabe, pero nadie sabe bien cómo evitar el cielo que conduce a los hombres a este infierno.» (89)
el comentario de Daniele Barbaro sobre Vitruvio formula claramente la identidad de metas que caracteriza a la arquitectura y a la poesía:
«Ogni opera d’arte dev’essere come un bel verso, che scorre secondo le migliori consonanze, una appresso Taltra, finché esse giungono a un ben ordinato termine.»18*
* «Toda obra de arte debe ser como un hermoso poema, que fluye a través de las mejores consonancias, hasta que éstas culminan en un bien concertado final.» (91-92)
«Lo que Ustedes, queridos señores, llaman espíritu de las épocas pasadas», ha dicho Goethe, «no es en definitiva otra cosa que vuestro propio espíritu, en el que esas épocas se reflejan». (41)
[...] Deberíamos concluir que el tipo de crítica de arte que defiende William Hazlitt no es crítica de arte propiamente dicha, sino sólo una variante del tipo artifex artici additus. Según Hazlitt, «en lugar de analizar e investigar las causas, el crítico se propone formular un equivalente verbal de los efectos estéticos de la obra considerada»8. La traducción de una pintura o de alguna otra obra de arte figurativo a una composición literaria supone registrar las emociones que siente el escritor ante esa obra de arte. Fue Diderot quien introdujo este enfoque y Oscar Wilde lo llevó a su apogeo en The Critic as Artist. Un ejemplo famoso es el pasaje de Walter Pater sobre La Gioconda de Leonardo, donde esa figura enigmática se interpreta según el modelo romántico de la mujer fatal9. (41)
Cabe concluir que existe una semejanza general entre las obras de arte de determinado período —semejanza que las imitaciones posteriores confirman al delatar la presencia de elementos heterogéneos—; que existe una unidad latente o manifiesta en las obras de un mismo artista —cualquiera que sea el terreno en que éste intente expresarse—, y que las tradiciones ejercen una influencia diferenciadora no sólo entre las distintas artes, sino también dentro del ámbito de un mismo arte. Por consiguiente, ni las afirmaciones de Wellek y Warren ni las objeciones del Laokoon de Lessing pueden desalentarnos en -nuestra búsqueda de un nexo común entre las diferentes artes. (57-58)
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