el hombre se transforma en cuerpo animal en el reino de la satisfacción de los instintos

 Una cosa es ser bueno y otra estar bien. Una cosa es la vida buena y otra es la buena vida.

El espejismo es pensar que estar bien es más feliz que ser bueno. Que es mejor comer una fruta agradable a confiar en Dios.

No se trata de que la sociedad vaya bien para que yo esté mejor sino que yo sea mejor para que la sociedad vaya mejor.

Status viatoris. Objetivo: consolidar la comunión con Dios. Enemigos: mundo, demonio, carne. Amigos: Dios y su gracia. Dinámica: comenzar y recomenzar. Hijo pródigo. 

Comenzar y recomenzar, primero en los medios divinos, segundo en los medios humanos. 

Aceptar la propia imperfección y vulnerabilidad. El hombre se mueve entre la sabiduría, la ignorancia y la necedad; entre la libertad y la esclavitud; entre la voluntad y la pereza; entre la alegría y la tristeza, entre el amor y el odio, entre la serenidad y la cólera.

Libertad y responsabilidad.

Lutero: todos corruptos: no hay responsabilidad.

Rousseau; todos buenos: no hay responsabilidad.

Negación de la responsabilidad personal: echar balones fuera. La solución es entonces estructural: eliminación de la propiedad privada (en eso estuvo y está el comunismo con sus 100 millones de muertos); eliminación de la represión sexual (en eso estamos). Se llama "represión" al gobierno político de la razón sobre las pasiones. Cuando falta este, se cae en un irracionalismo, y la sociedad humana se transforma en zoológico. Se pierde el sentido del pudor y del decoro, la persona, sustancia individual de naturaleza racional, se desdibuja, y el hombre se transforma en cuerpo animal en el reino de la satisfacción de los instintos. 

Aceptar la propia imperfección y vulnerabilidad es condición de caminar hacia la perfección y fortaleza, sin culpar a los burgueses, a los judíos o a los de otras razas o a los varones de nuestros males, que es lo que hace, respectivamente, el comunismo, el nazismo, el blanco-nativo-protestante estadounidense o el feminismo irracional.

La confesión es sacramento de curación, medicina del alma, perdón de Dios. Todo pecado es ofensa a Dios, a la imagen de Dios en nosotros. La gracia sana y eleva la naturaleza caída. El hombre no es un ser corrupto, sino un ser bueno inclinado al mal. Fomes peccati.

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