La novelista estadounidense Jane Smiley, citada por Lodge (108), propone una definición interesante: «la novela es, por encima de todo, una experiencia intensa de prolongada intimidad con otra conciencia». El oído tiene que estar atento a esa conciencia con la que he decidido entrar en una permanente intimidad, que por supuesto es diferente a la mía; esa es una de las maravillas de la literatura, la posibilidad de entrar en otros mundos, lo que en la práctica es una aventura ilimitada. Comenta Lodge que, por encima de cualquier otra representación artística, la novela se centra en la conciencia, «en la representación de los pensamientos y las emociones que muchos de nosotros, durante la mayor parte del tiempo, albergamos en nuestro interior».
No hay comentarios:
Publicar un comentario