no tengo días ni noches
y me ahogo de continuo
en un mar de indiferencia
sin recordar el camino
en medio de la tormenta
me yergo contra los vientos
tratando de leer estrellas
y quedan abiertas ellas
entre sombras de tus muecas
subo los brazos al cielo
alzo mi puñal sangrante
salto e intento volar
sobre el vaho de tu ironía
no me asusta tu saliva
ni tu bilis palpitante
quieres ahogarme de nuevo
y henchirme el cuerpo cansado
de agua salada y pútrida
invade un sopor mis miembros
un hormigueo va subiendo
hasta dejar la piel flácida
y los miembros sin vigor
me repliego en mí mismo
haciéndome un ovillo
un amasijo de carne
carnaza para los peces
carnaza despedazada
carnaza enamorada
No hay comentarios:
Publicar un comentario