Es contradictorio que el dadaísmo y el surrealismo, movimientos vanguardistas iconoclastas antiracionalistas, proclamadores de la espontaneidad frente a la rigidez mental, exaltadores del subconsciente frente al consciente, etcétera, mostrasen esa connivencia con el comunismo, partido de base hiperracionalista y totalitaria.
¿Por qué esas corrientes artísticas se emocionan ante ese dogmatismo marxista? ¿Son sadomasoquistas? Algo de eso puede haber, una afinidad hacia el suicidio.
Es cierto que en algo coinciden, y es en el amor por la violencia, la iconoclastia, la revolución entendida como destrucción de la tradición.
El hombre necesita una dogmática. Como puso de manifiesto George Steiner en Nostalgia del absoluto, cuando la dogmática cristiana se pierde en el horizonte se suple con la marxiana, freudiana, Levi-Straussiana o cosí via.
Dadaístas y surrealistas se presentan como inconformistas, pero en realidad no se pudieron sustraer a la moda, se vieron engullidos por el dogmatismo verborreico marxista.
¿Por qué esas corrientes artísticas se emocionan ante ese dogmatismo marxista? ¿Son sadomasoquistas? Algo de eso puede haber, una afinidad hacia el suicidio.
Es cierto que en algo coinciden, y es en el amor por la violencia, la iconoclastia, la revolución entendida como destrucción de la tradición.
El hombre necesita una dogmática. Como puso de manifiesto George Steiner en Nostalgia del absoluto, cuando la dogmática cristiana se pierde en el horizonte se suple con la marxiana, freudiana, Levi-Straussiana o cosí via.
Dadaístas y surrealistas se presentan como inconformistas, pero en realidad no se pudieron sustraer a la moda, se vieron engullidos por el dogmatismo verborreico marxista.
Mucha pose antilógica pero a la hora de la verdad dadaístas (más) y surrealistas (menos) sucumben a la retórica más fuerte, a la sofistería dominante
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