abandonar la ciénaga inmunda
el mar de las heces
la montaña del sudor
el barro de semen
y la piel entumecida
se puede mirar el sol
bajo un cielo azul
y un río quieto
o un mar silencioso
o una arena fúlgida
se puede salir de la cloaca
y descubrir
la sonrisa franca
la risa tímida
la huida ligera
la dulce voz
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