Inmensa tarta de café que creces
hasta arriba a tus anchas y derramas
tus vidrios con columnas y ventanas
y arcos junto a las bolas en balcones
del mundo coronadas y barandas
rodeadas de sombras arcilladas
empedradas de conchas y blasones.
Hoy me marcho en esta tarde mustia donde
hasta arriba a tus anchas y derramas
tus vidrios con columnas y ventanas
y arcos junto a las bolas en balcones
del mundo coronadas y barandas
rodeadas de sombras arcilladas
empedradas de conchas y blasones.
Hoy me marcho en esta tarde mustia donde
cientos de hormigas pululan dejando
no obstante un hueco que ni cubrir tú puedes
con tu sombra. Ya lo sabes, pues
los corazones carne precisan más que piedras.
Acabo de encontrarme con tus poemas. Me gustan todos, pero especialmente este de la tarta y el de la nena. Son dos poemas preciosos.
ResponderEliminarGracias, Jesús, amigo
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