conozcamos la verdadera dignidad del lenguaje

 «Me preguntas — escribió Czesław Miłosz— qué utilidad tiene leer los Evangelios en griego. Te respondo que es bueno guiar nuestro dedo por letras más perdurables que las grabadas en piedra y que, al pronunciar lentamente sus sonidos, conozcamos la verdadera dignidad del lenguaje». Y esa dignidad también es nuestra dignidad: la del lenguaje, la del amor, la de la intimidad, la de las letras y palabras mudas, la del sufrimiento, la de la memoria y sus cicatrices, la del misterio de la filiación y la paternidad, la del tiempo, la del dolor, la del gozo y la alegría, la del anhelo, la del saber…, la de todo lo que se refleja en este magnífico libro que ha escrito Zena Hitz.

Daniel Capó  




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