Claustro de la Basílica de San Zeno (Verona)
He vivido, pero, según dicen, es hermoso sobrevivir en la fama. Mas ¿para qué sino para morir de nuevo? Es suficiente haber muerto una vez en el Señor, hasta aquel día del juicio en el que en mi carne veré a Dios mi Salvador.
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