Todo debate es desigual porque quienes debaten poseen distintos niveles de inteligencia, de bagaje cultural, de habilidad dialéctica. Por eso, en un debate no se dilucida la verdad, sino la capacidad persuasiva. Es una falacia pensar que de un debate aflorará la verdad.
Cualquier tema importante tiene muchos matices, se puede contemplar desde diversos prismas. Es imposible abordarlo con solvencia en un debate.
Las cuestiones relevantes se piensan, se estudian en libros, se dialogan, no se debaten.
Organizar un debate entre estudiantes sobre el aborto pensando que de ese modo surgirá la verdad blanca y prístina es una ingenuidad rusoniana. Se impondrá el más sagaz, el más rápido, el más ocurrente, el más atractivo, el más sofista. Solo de un diálogo abierto que pretenda no aprisionar la verdad sino que la verdad tome posesión de nosotros puede sobrevenir luz.
Completamente cierto.
ResponderEliminarUn señor, a la postre, muy famoso, se preguntaba, teniendo al más Grande, a su lado, '¿y qué es la verdad?'