Hoy los tiempos no son propicios para el nacimiento de la individualidad. El encadenamiento de todo con todo es la gran hora del conformismo.


La mayor parte de las cosas que descubría le gustaban. Y le gustaba también lo que lograba. Si esto no agradaba a los demás, a la postre le daba igual. El tiempo de la vida le parecía demasiado valioso para dilapidarlo con los críticos. «El adversario no se toma en consideración», dijo una vez.


«Extraer de los objetos comunes una faceta poética»

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