los corales envidiosos
se han tiznado de despecho
las medusas tan odiosas
han teñido sus cabellos
y hasta el astro rubio y serio
ha estirado su letargo
sobre las mieses de invierno
las ardillas detenidas
junto al chopo del encuentro
las gaviotas ateridas
en las rocas del repecho
la luna de los tres rostros
oculta sus platinos pasadores
nunca hubo tanto celo
en el mundo ni en el cielo
ni en los mares ni en los aires
ni en los surcos de acebedo
hayedales carcomidos
pinares del entresuelo
los escotes de cigüeñas
las espaldas de los cuervos
todo el orbe trastocado
todo el cielo y su corpiño
todo el monte y su rastrojo
tintinean cuando oyen
sus pasos de terciopelo
sus plantas de plata y oro
su carne de ángel eterno
sus labios de grana y oro
sus ojos de rododendro
se han tiznado de despecho
las medusas tan odiosas
han teñido sus cabellos
y hasta el astro rubio y serio
ha estirado su letargo
sobre las mieses de invierno
las ardillas detenidas
junto al chopo del encuentro
las gaviotas ateridas
en las rocas del repecho
la luna de los tres rostros
oculta sus platinos pasadores
nunca hubo tanto celo
en el mundo ni en el cielo
ni en los mares ni en los aires
ni en los surcos de acebedo
hayedales carcomidos
pinares del entresuelo
los escotes de cigüeñas
las espaldas de los cuervos
todo el orbe trastocado
todo el cielo y su corpiño
todo el monte y su rastrojo
tintinean cuando oyen
sus pasos de terciopelo
sus plantas de plata y oro
su carne de ángel eterno
sus labios de grana y oro
sus ojos de rododendro
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