Esa conversación o aún ese silencio

Esa conversación o aún ese silencio
no pueden perderse, extraviarse
ese trecho de la mano por la blanca
acera ante un perro sorprendido 
blanco y marrón sedentario
y ese azulejo sonriente y dulce
Ese barro en el abrigo y sobre todo
esa dulce mano, limpia, blanca,
suave, fría sin molestia. 
Ese silencio que no reprocha
que comprende, que abraza,
que besa.
Ese silencio tan elocuente
que merece todos los besos
y todos los abrazos.


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