Viendo fotos antiguas se comprueba
que no hay nada que inventar,
ni ningún sitio al que ir.
Todo está inventado y
todo por inventar.
Tanta belleza que contemplar.
Nada más bello que el ser humano.
Naturaleza, migajas de Dios.
Mullido césped para que el hombre se esparza.
Árbol bajo el que cobijarse,
estrellas que ornan el escenario.
Nada más bello que el cuerpo y el alma humana.

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