"No pueden las ideas brotar de los puños"


Antonio Machado, Obras completas, II, RBA - Instituto Cervantes, Barcelona, 2006.

 
 
p. 1600-1601: 1918.
 
La fraternidad es un amor casto que no puede aparecer sino cuando el hombre es capaz de superar el ciego impulso de la generación.
(...)
Porque el cainismo perdura, a pesar del Cristo; pasa del individuo a la familia, a la casta, a la clase, y hoy lo vemos extendido a las naciones.
(...)
Me parece, más bien, la fraternidad el amor al prójimo por amor al padre común. Mi hermano no es una creación mía ni trozo alguno de mí mismo; para amarlo he de poner mi amor en él y no en mí; él es igual a mí, pero es otro que yo, la semejanza no proviene de nosotros sino del padre que nos engendró. Yo no tengo derecho a convertir a mi prójimo en un espejo para verme y adorarme a mí mismo, este narcisismo es anticristiano: mi hermano es un espejo, es una
realidad tan plena como la mía, pero que no soy yo y a la cual debo amar con
olvido de mí mismo.


p. 1602: ¡Guerra a Caín y viva el Cristo!

p. 1603: «Cierto que la guerra no ha creado ideas nuevas –no pueden las ideas brotar de los puños–; pero ¿quién duda de que el árbol humano comienza a renovarse por la raíz, y de que una nueva oleada de vida camina hacia la luz, hacia la conciencia?»
 


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