Un libro para el IV Centenario de Cervantes
Ediciones Teconté, Madrid, 2016, 131 págs.
La literatura no solo
divierte. Es también como un espejo donde podemos reconocernos, sobre todo
cuando el artífice de la ficción es, como Cervantes, un escritor de gran
lucidez y experiencia. El Quijote no
es solo una novela sobre las andanzas de un chiflado manchego que se cree
caballero andante, pues abunda en historias que protagoniza el amor. Amores
platónicos como el de don Quijote por Dulcinea o apasionados como el de don
Luis por doña Clara; entre iguales como Cardenio y Luscinda o entre personas de
niveles sociales diferentes como Basilio y Quiteria; amor de amistad, amor a
los libros, los animales o a la naturaleza… En esta cartografía amorosa emerge
la inteligencia, la razón, la voluntad,
las pasiones, las emociones. El amor a la virtual Dulcinea, se roza con la
amistad de Sancho o el oficio ventero de las rameras. La pasión erótica a la
que sucumbe Grisóstomo se codea con la libertad de Marcela al negarse a tal pulsión.
La filosofía platónica ha impreso en Cervantes su fascinación por la belleza,
concebida como armonía, concertación de partes. El aristotelismo le ha ofrecido
una visión realista, en la que la materia, el cuerpo, no son cárcel, sino que forman
parte de la naturaleza del mundo y del hombre. En una época amante del
fragmento y recelosa de la razón, el Quijote
es un soplo de aire fresco, pues elogia la cordura sin ser racionalista;
defiende la voluntad sin caer en el voluntarismo y exalta las emociones sin
desligarlas del espíritu en que anidan. Los
amores del Quijote es un apasionante viaje, una incitación a leer de un
modo nuevo la novela cervantina.
Más información en http://losamoresdelquijote.blogspot.com.es/
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