XII

QVICVMQVE ille fuit, puerum qui pinxit Amorem,
    nonne putas miras hunc habuisse manus?
is primum vidit sine sensu vivere amantis,
    et levibus curis magna perire bona.

Quien quiera que sea el primero que pintó a Amor niño, ¿no crees que tuvo una mano prodigiosa? Él fue el primero que vio que los amantes van por la vida de cabeza y pierden los grandes bienes por preocupaciones sin importancia.

idem non frustra ventosas addidit alas,
    fecit et humano corde volare deum:
scilicet alterna quoniam iactamur in unda,
    nostraque non ullis permanet aura locis.

Ese pintor no le añadió en vano alas caprichosas,
e hizo que el dios volase con un corazón humano: sin duda, pues somos lanzados entre olas alternantes, y nuestro aliento no permanece en lugar alguno.

et merito hamatis manus est armata sagittis,
    et pharetra ex umero Cnosia utroque iacet:
ante ferit quoniam, tuti quam cernimus hostem,
    nec quisquam ex illo vulnere sanus abit.

Y con razón está armado con saetas curvadas,
y un carcaj cretense se apoya en uno y otro hombro:
pues hiere antes que veamos con seguridad al enemigo, y nadie se marcha sano de su herida. 

in me tela manent, manet et puerilis imago:
    sed certe pennas perdidit ille suas;
evolat heu nostro quoniam de pectore nusquam,
    assiduusque meo sanguine bella gerit.

en mí permanecen los dardos, también permanece la imagen del niño: pero realmente él ha perdido sus flechas; ay pues no sale volando a ninguna parte de nuestro pecho, y continuamente hace la guerra en mi sangre.

quid tibi iucundum est siccis habitare medullis?
    si pudor est, alio traice tela una!
intactos isto satius temptare veneno:
    non ego, sed tenuis vapulat umbra mea.

¿Qué gracia te hace habitar en mis secas entrañas?
Si tienes vergüenza, ¡lanza las flechas también a otro! Es más conveniente que los que no están tocados prueben ese veneno: no yo, sino la tenue sombra mía está vapuleada.

quam si perdideris, quis erit qui talia cantet,
    (haec mea Musa levis gloria magna tua est),
qui caput et digitos et lumina nigra puellae,
    et canat ut soleant molliter ire pedes?

Sombra que si pierdes, ¿quién habrá que te cante estas cosas?, (esta leve Musa mía es tu gran gloria), ¿quién cantará la cabeza y los dedos y los negros luceros de la muchacha para que los pies acostumbren a moverse suavemente?

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