Cada cultura tiende en algún modo a cerrarse sobre sí misma

hemos ganado un más exacto conocimiento de nuestros verdaderos objetivos: hoy tenemos una idea mucho más clara de lo que es una verdadera indagación lingüística y verdadera indagación literaria. Hemos llegado a distinguir lo que es lingüístico y literario, de lo que no lo es: el objeto único de la investigación lingüística es el lenguaje (el llegar a saber cómo y por qué relaciones el lenguaje se convierte en transmisor de lo pensado y —no se olvide— sentido por A y recibido por B); del mismo modo la auténtica investigación literaria se propone saber por qué la obra literaria transmite una especial carga de pensamiento y sentimiento entre el creador A y el lector u oyente B. Insisto en el paralelismo de estos dos movimientos porque no suele ser señalado, aunque es evidente.
 
 
Cada cultura tiende en algún modo a cerrarse sobre sí misma: esto lleva, en el gran mundo hispánico, a las diferenciaciones de las varias hablas nacionales, que no hay que exagerar; pero que existen y que son de interés extraordinario para el lingüista.
 
 
 

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