lunes, 8 de abril de 2013

De los Lais de María de Francia hasta Cervantes


Los Lais de María de Francia son doce deliciosos relatos en verso, primicias de la narrativa breve europea, escritos en francés y datados a finales del siglo XII.
Puede ser ilustrativo pensar en conexiones de estos relatos con la narrativa cervantina, prosa de madurez como corresponde al Quijote y a las Novelas ejemplares, pionera colección de novelas breves en castellano.

Enumeremos los Lais y tracemos algunas ligazones con Cervantes.

En los relatos Yonec y Guigemar hay un viejo celoso;  en el segundo relato es el marido de la amante de Guigemar, que nos evoca al celoso extremeño cervantino.
En Equitán leemos: “si cumpliese vuestro deseo, bien sé, no lo dudo, que pronto abandonaríais”, que nos lleva a la frecuente distinción cervantina entre amor y apetito.
En Fresno aparece una anagnórisis (reconocimiento) de un hijo, como vemos en la novela ejemplar La fuerza de la sangre.
En Bisclavret hay un hombre-lobo. Metamorfosis las encontramos en El licenciado vidriera y El coloquio de los perros.
En Lanval una mujer bellísima salva a Lanval de ser condenado. La gitanilla Preciosa, que hace honor a su nombre, intercede por su enamorado Andrés para que no sea ejecutado (en ambos casos con éxito).
En Los dos enamorados, el doncel sube la montaña con la hija del rey en brazos, prueba que termina en la muerte del joven, por insensato, pues no bebe la pócima oportuna. En Cervantes hay también pruebas de amor (los dos años que exige Preciosa a Andrés, viviendo como gitano), y bebedizos, la pócima que trastorna a Tomás Rodaja y lo convierte en licenciado Vidriera. En este relato aparecen los celos del rey, causa última de la desgracia. Conocida es la inquina cervantina por los celos.
En Milón aparece un amor extramatrimonial del que nace un hijo. Este será criado por la hermana de la madre. Al final, padre e hijo se reconocen tras un combate caballeresco. En la novela ejemplar La señora Cornelia hay también un recién nacido cedido y después reconocido.
En El desdichado hallamos una mujer amada intensamente por cuatro caballeros. La ilustre fregona cervantina será también requerida por varios enamorados.
Madreselva es el relato del enamorado que no puede vivir sin su amada; algo semejante ocurre con El amante liberal cervantino.
El iduc es el hombre de las dos mujeres, con final original; Fernando, en el Quijote también juega con dos mujeres: Dorotea y Luscinda, aunque aquí el final es muy distinto: acaba cumpliendo sus compromisos.

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