Ninguna cosa más formidable que el hombre





ESTROFA 1
CORO
Andan por ahí montones de cosas formidables,
pero ninguna más formidable que el hombre.
Esa cosa que es el hombre avanza
incluso al cabo de las rutas del grisáceo mar
con borrascoso ábrego, atravesándolo
bajo la amenaza de oleajes que braman en su derredor.
Y a la tierra, óptima entre los dioses,
inagotable e infatigable, la va desgastando,
al voltearla sus arados año tras año,
y cultivarla con la raza equina.





ANTÍSTROFA 1
Y el circunspecto hombre echa el lazo a la familia
de los pájaros de prontos reflejos y se los lleva,
y también la estirpe de las fieras salvajes
y las marinas criaturas del océano
con entramadas y bien trenzadas redes.
Y con ardides consigue dominar la agreste fiera montívaga,
y ha de llegar a someter al yugo, que circunda la testera,
al caballo cuyas crines caen a uno y otro lado del cuello
y al indómito toro de los montes.
ESTROFA 2
Y aprendió por sí solo el lenguaje y las ideas
etéreas y los comportamientos que imprimen un orden a las ciudades,
y a esquivar los dardos de las escarchas
que dificultan la estancia a la intemperie,
y los dardos que conlleva una molesta borrasca
¡el hombre con soluciones para todo!
No hay evento al que se enfrente sin soluciones.
Únicamente no se procurará escapatoria del Hades.
En cambio, tiene ya concebidos medios
de escapar a enfermedades hasta ahora incurables.
ANTÍSTROFA 2
Pero aun poseedor, más de lo que cabe imaginar,
de cierta astucia, que es la que le proporciona su habilidad
se desliza unas veces en pos del descalabro, otras del éxito.
Si entrelaza las normas de la tierra
y la justicia de los dioses permaneciendo fiel al juramento prestado
¡he ahí un ciudadano de primera!
Pero ¡sea privado de la condición de ciudadano, en pago a su osada falta de escrúpulos,
aquél con quien convive el desdoro:
ojalá que ni comparta conmigo el hogar
ni esté entre los que piensan igual que yo
quien, así se comporte!

Este canto del coro de Antígona, tragedia de Sófocles, deja clara la posición central del ser humano en el universo: un ser formidable, con ese doble sentido: "Muy temible y que infunde asombro y miedo" y "magnífico". El hombre es capaz de surcar el mar, de sacar fruto de la tierra, de cazar y de amaestrar, de hablar, de pensar y de legislar -"¡el hombre con soluciones para todo!"- de curar enfermedades. Solo la muerte lo detiene.
Y es capaz del bien y del mal.

No ha sido el Renacimiento quien ha inventado, hallado, esa centralidad del hombre. Ya está en el corazón del mundo grecolatino. Y en el ámbito judío, en la Biblia.

PSALMUS 8
 

1 Magistro chori. Ad modum cantici " Torcularia... ". PSALMUS. David.
2 Domine, Dominus noster,
quam admirabile est nomen tuum in universa terra,
quoniam elevata est magnificentia tua super caelos.
3 Ex ore infantium et lactantium perfecisti laudem
propter inimicos tuos,
ut destruas inimicum et ultorem.
4 Quando video caelos tuos, opera digitorum tuorum,
lunam et stellas, quae tu fundasti,
5 quid est homo, quod memor es eius,
aut filius hominis, quoniam visitas eum?
6 Minuisti eum paulo minus ab angelis,
gloria et honore coronasti eum
7 et constituisti eum super opera manuum tuarum.
Omnia subiecisti sub pedibus eius:
8 oves et boves universas,
insuper et pecora campi,
9 volucres caeli et pisces maris,
quaecumque perambulant semitas maris.
10 Domine, Dominus noster,
quam admirabile est nomen tuum in universa terra!


"Poco inferior a los ángeles,
lo has coronado de gloria y honor
y lo has colocado sobre las obras de tus manos.
Todo lo has sometido bajo sus pies:
las ovejas y los bueyes todos,
además también los ganados del campo,
las aves del cielo y los peces del mar".

La centralidad del ser humano, su condición de epicentro, no es un invento del Renacimiento. El Renacimiento abunda en un concepto de estirpe grecolatina y judeocristiana. No es que el cristianismo haya enaltecido al hombre, es que profesa la humanación de Dios: Et Verbum caro factum est. Ese Verbum que "Deus erat", que "In principio erat", que "erat apud Deum", y que por su medio "Omnia... facta sunt, et sine ipso factum est nihil, quod factum est".

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