Piensa en tres elefantes


 10. George Lakoff: No pienses en un elefante, Editorial Complutense, Madrid, 2007. El lingüista norteamericano George Lakoff se pregunta en No pienses en un elefante por qué el Partido Republicano está obtenidendo más éxito que el Demócrata (el libro lo publica en 2004, en el ecuador de la era de George Bush Jr.) y su respuesta es la siguiente: los conservadores triunfan porque piensan más y mejor.
Los republicanos piensan más porque destinan mucho tiempo y dinero a crear espacios de debate (los famosos think tanks) y reclutan jóvenes y prometedores talentos para esos espacios. Y piensan mejor porque conocen bien su marco (concepto básico para el autor), donde integran sus propuestas y sus políticas. ¿Qué es el marco? El marco viene a ser la visión del mundo, los conceptos básicos, la identidad de una persona o un grupo. El autor del libro, experto en lingüística cognitiva y relevante estudioso de la metáfora, está acostumbrado a buscar lo que se sitúa más allá de la literalidad de las palabras, las frases, el discurso.
Lakoff  argumenta que la gente, más que guiarse por su propio interés a la hora de votar, suele decantarse por el partido que responde mejor a su identidad, que se amolda más a su visión del mundo. Y al analizar el marco de los dos partidos estadounidenses los explica con la metáfora familiar: el Partido Republicano representa al padre estricto, y el Partido Demócrata al padre protector.



El lingüista relata que los foros pensantes del Partido Republicano debaten sobre los puntos de su programa político, logrando así que sus propuestas, además de muy contrastadas, sean coherentes con la identidad que representan. Además, esas propuestas son defendidas de manera proactiva y con un lenguaje muy adecuado a su mensaje. En cambio, los demócratas están desorganizados, reaccionan con frecuencia a la defensiva y a menudo quedan atrapados por el adversario.
Hasta aquí queda expuesto básicamente el análisis de Lakoff, que puede sintetizarse con conceptos de la retórica clásica: un discurso es más convincente en la medida en que posee una adecuada dispositio (estructura), su inventio (argumento, tema, marco) conecta con su electorado y se transmite con una elocutio (lenguaje) de una manera clara y creativa.



Como en el aguacil alguacilado, tratemos de revisar el discurso de Lakoff desde su concepto fundamental de marco. ¿Cuál es el marco de su discurso? En mi opinión, el pensamiento bipolar.



Es obvio que son dos los partidos que se alternan en el gobierno de los Estados Unidos (y de otros países). Es el llamado bipartidismo. Pero este hecho no implica que existan únicamente dos maneras de hacer política. Y los análisis no deberían ser atrapados por el hecho. El análisis de Lakoff lo está, evidenciando un pensamiento bipolar: hay dos partidos, y uno de ellos representa al bien y el otro al mal. Lakoff no los denomina por su nombre propio (demócratas y republicanos), sino progresistas y conservadores, connotando lo positivo y lo negativo respectivamente.
El pensamiento bipolar genera numerosos problemas en la interpretación:
a) reduce la sociedad a dos grupos
b) bipolarización moral: buenos y malos
c) el posicionamiento del analista en el bando de los buenos hace disminuir su objetividad
d) no hay autocrítica de las ideas, aunque sí de la estrategia política



El bipartidismo fáctico no debería arrastrar un reduccionismo epistemológico (aunque lo facilite). Por ejemplo, en la Edad Media italiana los güelfos defienden el dominio del Papa y los gibelinos el del emperador, pero sin identificar a unos como buenos y a otros como malos: son soluciones políticas a problemas de desgobierno. En el marco cristiano los absolutamente buenos y los absolutamente malos están fuera del mundo: unos en el cielo y otros en el infierno, pero en la Tierra el bien y el mal está mezclado (parábola del trigo y la cizaña). En el marco cristiano nadie es bueno del todo ni tiene asegurada la bondad, por lo que la autocrítica, el examen de conciencia, resulta un instrumento cognoscitivo esencial. 



El marco de Lakoff es inmanente. La bipolaridad no se sustrae del esquema bueno/malo, acentuado por los omnipresentes términos progresista y conservador.

El análisis bipolar suele conllevar maniqueismo, reduccionismo y simplificación, como se ve en la conclusión de Lakoff: los conservadores representan al padre estricto; y los demócratas, al padre protector.
El concepto "estricto" es negativo por definición, y el concepto "protector" es positivo, aunque podemos someterlo a crítica. La protección, en un marco familiar, es propia de la infancia. Pero a partir de la adolescencia cabe postular la ayuda, el incentivo, el estímulo y el acompañamiento más que la protección. Una protección permanente puede evocar una permanente minoría de edad.

Conviene dejar de lado el análisis bipolar y postular la necesidad de un análisis tripolar, que podemos articular en diversos principios:

a) los análisis no deben ser disyuntivos: o esto o lo otro. Hay que romper la red epistemológica bipolar
d) pensamiento tripolar no significa que la solución sea una tercera vía, sino que hay que superar la barrera de lo bipolar
e) en el medio no está necesariamente la virtud, es decir, la solución más inteligente no tiene por qué ser el denominador común de las dos posiciones enfrentadas.

¿Solo cabe la alternativa padre estricto / padre protector? Según Lakoff, los padres estrictos piensan que los hijos nacen malos, y los protectores, que los hijos nacen buenos. Mas ni el modelo liberal de “sálvese quien pueda” ni el modelo proteccionista son los dos únicos modelos posibles.
Lakoff se emplea a fondo para criticar la política de Bush en Irán, analizando no solo las verba (palabras) sino también la res (realidad). Sin embargo, cuando valora la cuestión del matrimonio entre homosexuales, se mantiene en el plano retórico, sin entrar en la res. Afirma que el matrimonio heterosexual es un estereotipo; sin embargo, una relación basada en la diferencia biológica masculina y femenina de los cuerpos y en la virtualidad engendradora del acoplamiento de ambos cuerpos va más allá de la retórica. El hecho de que el matrimonio haya sido heterosexual se funda no tanto en el carácter amoroso de la relación como en el carácter biológico de la procreación.

Lakoff critica la muerte de personas inocentes provocada por las guerras, y particularmente, la muerte de niños, y no expresa objeción moral al aborto. Pero si criticamos las guerras infundadas de Bush, también podríamos criticar el aborto infundado de Clinton. Para ello hay que superar la dialéctica bipolar Demócratas / Republicanos leída como Progresistas / Conservadores. Las combinaciones son múltiples. La alternativa no es aborto + seguridad social frente a no aborto + seguros privados. Es la típica conclusión bipolar. Se puede defender la vida desde la concepción, la protección a las madres en difcultad, la seguridad social universal, etcétera.

Un pensamiento tripolar no es esclavo:

a) de la bipolaridad fáctica
b) de la bipolaridad analítica
c) del maniqueísmo buenos / malos

Y propone:

No al pensamiento disyuntivo
No a la tiranía fáctica
La defensa argumentada de ideas, no de grupos.
Principio iceberg: analizar las premisas. Lakoff se detiene en las alternativas
    • “los niños nacen malos” / “los niños nacen buenos”.
    • Padre estricto / padre protector
Estas ideas son puntas de iceberg: hay que descubrir lo que está debajo del agua: aquí está el debate. Y las posibilidades no suelen ser duales.

Comentarios